Tío Vivo fue una conocida revista de historietas española que comenzó a publicarse en 1957 y desapareció en 1981.
La historia de Tío Vivo comienza siendo la de la aventura empresarial de un grupo de dibujantes de la Editorial Bruguera (Escobar, Peñarroya, Conti, Cifré y Giner), quienes, sintiéndose explotados y deseando poder controlar los derechos sobre sus creaciones, crearon en 1957 la cooperativa D.E.R. (Dibujantes Españoles Reunidos). Con el objetivo de crear una revista de historietas dirigida a un público adulto, inspirándose en la revista argentina Rico Tipo, D.E.R. comienza en ese mismo año de 1957 a publicar la revista Tío Vivo.
Conti fungió de director artístico de la nueva editorial. Imposibilitados de continuar con los personajes que han creado en los diez años anteriores para Bruguera, los dibujantes se ven obligados a crear otros nuevos. Así, surgen las series Blasa, portera de su casa, El mago Assieres y El profesor Tenebro, de Escobar; Golondrino Pérez, Rosalía y El mago Megatón, de Cifré; La familia Pi, de Peñarroya; Lolita y Enrique se van a casar, de Giner; y El caco Bonifacio, de Enrich. En 1958, Enrich sustituye a Conti como director artístico, y los cinco cooperativistas de D.E.R. dejan de publicar sus creaciones en favor de otros dibujantes, como el propio Enrich, Gin, Nadal o Raf. Llegado el número 146 de la publicación, en 1960, es adquirida por Bruguera, quien continúa publicándola hasta el número 181, y en 1961 inicia una nueva etapa de la revista, reiniciando la numeración.
En 1961, por lo tanto, Tío Vivo inicia una nueva etapa, ya bajo el control de Bruguera, que se prolongará hasta 1981, con un total de 1042 números. Continúan la mayoría de autores y personajes de la época anterior, a los que se van añadiendo otros, como Segura, autor de Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón, y, sobre todo, Francisco Ibáñez, quien contribuirá a la revista con algunas de sus más importantes creaciones, como 13, Rúe del Percebe o Rompetechos. También vuelven a publicarse en esta segunda etapa algunas series de Escobar, Peñarroya, Conti y Cifré para la primera época de Tío Vivo.
La historia de Tío Vivo comienza siendo la de la aventura empresarial de un grupo de dibujantes de la Editorial Bruguera (Escobar, Peñarroya, Conti, Cifré y Giner), quienes, sintiéndose explotados y deseando poder controlar los derechos sobre sus creaciones, crearon en 1957 la cooperativa D.E.R. (Dibujantes Españoles Reunidos). Con el objetivo de crear una revista de historietas dirigida a un público adulto, inspirándose en la revista argentina Rico Tipo, D.E.R. comienza en ese mismo año de 1957 a publicar la revista Tío Vivo.
Conti fungió de director artístico de la nueva editorial. Imposibilitados de continuar con los personajes que han creado en los diez años anteriores para Bruguera, los dibujantes se ven obligados a crear otros nuevos. Así, surgen las series Blasa, portera de su casa, El mago Assieres y El profesor Tenebro, de Escobar; Golondrino Pérez, Rosalía y El mago Megatón, de Cifré; La familia Pi, de Peñarroya; Lolita y Enrique se van a casar, de Giner; y El caco Bonifacio, de Enrich. En 1958, Enrich sustituye a Conti como director artístico, y los cinco cooperativistas de D.E.R. dejan de publicar sus creaciones en favor de otros dibujantes, como el propio Enrich, Gin, Nadal o Raf. Llegado el número 146 de la publicación, en 1960, es adquirida por Bruguera, quien continúa publicándola hasta el número 181, y en 1961 inicia una nueva etapa de la revista, reiniciando la numeración.
En 1961, por lo tanto, Tío Vivo inicia una nueva etapa, ya bajo el control de Bruguera, que se prolongará hasta 1981, con un total de 1042 números. Continúan la mayoría de autores y personajes de la época anterior, a los que se van añadiendo otros, como Segura, autor de Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón, y, sobre todo, Francisco Ibáñez, quien contribuirá a la revista con algunas de sus más importantes creaciones, como 13, Rúe del Percebe o Rompetechos. También vuelven a publicarse en esta segunda etapa algunas series de Escobar, Peñarroya, Conti y Cifré para la primera época de Tío Vivo.
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