1957 Un buen año para la música


1957: Un buen año
El rock and roll ha sido bendecido con varios años perfectos, cuando las tiendas estaban llenas de grandes discos, las radios difundían tu canción favorita todo el tiempo y los músicos presentaban ideas que cambiarían los estilos venideros. El primero de estos años dorados fue 1957, asombrosos 12 meses en que salieron tantos discos buenos que las listas de éxitos no podían abarcarlos, músicos consagrados produjeron gran parte de su trabajo más reconocido y una cantidad importante de artistas nuevos nacía.
Inglaterra recibe el año nuevo con la emisión inicial de su primer show de rock and roll “Cool For Cats” y días después Bill Haley despega (con un nuevo personal de Comets que no tenía miedo a volar) para su gira por Australia, Europa y las islas Británicas. Una semanas más tarde, el Cavern Club abría en Liverpool, presentando bandas de jazz y skiffle en el escenario que The Beatles haría suyo unos años después.
Elvis celebra sus 22 años y el 16 de enero es examinado físicamente para determinar su ingreso al servicio militar, y desgraciadamente, lo aceptan.
Circulan rumores sobre los últimos días del rock and roll: las listas de éxitos de música country vuelven a cargarse con sonidos tradicionales y los antiguos blues parecen hacer su regreso a los primeros lugares. El álbum más exitoso de la primera mitad del año es “Calypso” de Harry Belafonte, cuya canción “Banana Boat” (Day-O) se vende como pan caliente. Las compañías de discos inmediatamente corren a producir sus propios temas de Calypso, aún cuando son realizados por artistas americanos como Richard Berry, un pianista de estudio de Los Ángeles.
Otros, sin embargo, mantienen la fe: de regreso en Texas, Buddy Holly, mortificado por su trato en Nashville y su poca venta de discos, ensaya con una nueva banda llamada The Crickets (como los grillos) que había pasado casi todo el año previo preparándose. Con la experiencia de grabación en Nashville, Holly encuentra un pequeño estudio de grabaciones cruzando la frontera en Clovis, Nuevo México. Ahí realiza una nueva versión de su gran éxito “That’ll be the day” más rápida que la que hizo en Nashville, y la historia cambió para él.
Otro héroe, más hambriento de éxitos aún, es Jerry Lee Lewis, hasta entonces muy solicitado como pianista en las sesiones de discos Sun. Después de algunos intentos, finalmente convenció a Sam Phillips para grabar como solista y luego de una larga discusión teológica (Jerry Lee estaba en un dilema entre la religión y el rock and roll), la carrera de Lewis comenzó su meteórico ascenso.
Conforme se calentaba el ambiente, las estrellas de rock and roll volvían a las listas de éxitos, y fue Chuck Berry con su tema “School day (ring ring goes the bell)” el que abrió el camino.
Los compositores aprenden cómo hablarle a los jóvenes, y así como el famoso dúo Jerry Leiber y Max Stoler - quienes compusieron la mayoría de éxitos de Elvis - probaron con su tema “Searching” (Buscando) grabado por The Coasters. En él se habla de la búsqueda de la enamorada perfecta, y en el lado B, “Young Blood” (Sangre joven) se habla de cómo encontrarla.
Este disco con doble lado A no solo puso al sello (Atco, una subsidiaria de Atlantic) en el mapa, sino que consagró a The Coasters y le dio a Leiber y Stoler suficiente dinero como para para mudarse a New York, donde se instalaron en el edificio Brill, el centro nervioso del negocio de la música.
De los doce #1 del año, siete son de artistas blancos, incluyendo no solo a Elvis Presley y Jerry Lee Lewis, sino igualmente al cantante canadiense Paul Anka y al primer grupo (bamba) del rock and roll: Danny and the Juniors, cuyos miembros actualmente viven, pero cuyo disco está cantado solo por la voz principal, Danny Rap (quien cantó una y otra vez sobre su voz, una técnica que el cantante Eddie Cochran había usado con los instrumentos en sus grabaciones). Fue un buen año…hace 50 años

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